Los navegantes noruegos, desde los vikingos hasta nuestros días, se han aventurado por todos los rincones del globo terráqueo. En Oslo se pueden visitar sus museos y ver el Fram, y conocer sus expediciones polares, la balsa de Thor Heyerdal y su gran aventura o tres barcos vikingos. Y sus pescadores han encontrado alimentos saludables y sabrosos en sus profundidades y en las cercanías de los más de 25.000 km de costa noruega (España tiene unos 8.000).
Solamente una cuarta parte de la superficie del planeta es tierra, lo demás es agua. Sin embargo, solamente un 3% de nuestro alimento procede del mar. Quizás en el futuro haya que aprovecharlo más para nuestra alimentación.
Algunos de los productos más conocidos que se pescan en las aguas noruegas son: el bacalao, el skrei, el salmón, la trucha o el cangrejo rojo real. Unos son salvajes y otros de cultivo.
El fogonero: sabroso, nutritivo y sostenible
Entre los que se pescan en la naturaleza se encuentra el fogonero. Vienen desde las aguas frías del norte, en pequeños bancos, y acuden a desovar al mar de Noruega, entre las islas Lofoten y el mar del Norte. La pesca salvaje y sostenible está garantizada por el sello azul de MSC. Allí las aguas, más cálidas y salinas, de la corriente del Golfo se encuentran con las procedentes del Ártico, más frías y menos saladas. Esas confluencias líquidas enriquecen de alimento el mar.
El fogonero es un pescado emparentado con el skrei y el bacalao, y se caracteriza por una raya clara y fina que recorre sus lomos. Es una carne con un ligero color gris y de gusto sabroso, muy nutritiva, sin espinas y fácil de cocinar, tanto al horno como guisada o a la plancha en filetes. Guisado con tomate y patatas, está riquísimo.
El futuro, la acuicultura
El futuro de la alimentación pasa por el cultivo en el mar. Actualmente, la producción de salmón se cuida con mimo. Se controla la temperatura de las huevas, después de 10-16 meses sufren la esmoltificación (cambio que le permite vivir en agua salada). Incluso cada pez es vacunado uno a uno antes de entrar en el mar.
Noruega fue pionera en el cultivo del salmón en los años 70. Han mejorado las condiciones de vida de los animales hasta que hoy en día, y por ley, solamente el 2,5% del volumen de la granja puede ser de pescado. Así, su vida y su alimentación será lo más natural posible, lo que mejora la calidad para el consumo y casi no afecta a la vida marina.
El restaurante The Salmon es también centro de interpretación de este pescado. Está situado junto al puerto en un precioso y vanguardista barrio semipeatonal (Aker Brigge) en el que se sitúan restaurantes y viviendas residenciales. Explican con todo detalle cómo es la acuicultura, su sostenibilidad y las posibilidades para aumentar la producción de alimento para el futuro. Se prevé que para 2020 las especies cultivadas superen a las salvajes y en 2030 sean ya el 54% del consumo de pescado. Allí mismo se puede comer y la calidad es excelente.
Bocuse d’Or
Se ha celebrado en septiembre y, precisamente en este concurso, los cocineros participantes han tenido como uno de los productos obligatorios el fogonero. Tras las diferentes elaboraciones, de este plato y otros, ha sido proclamado campeón, y por ello también acudirá a la siguiente eliminatoria, el Team CAP, cuyo principal cocinero es Christian André Pettersen del restaurante Fisketorget, en Stavanger.
El concurso se celebró en el mercado gastronómico Mathallen y el espéctaculo ocupó todo el día. Los cocineros noruegos están muy bien preparados para este concurso y lo han ganado varias veces: desde 1987 han ganado cinco veces, y otras tantas han quedado segundos o terceros. El público oslense estuvo pendiente del concurso, animando acaloradamente como si de un partido de fútbol se tratase.
Probar estos pescados
El propio mercado gastronómico Mathallen tiene puestos de comida, bares y restaurantes para disfrutar de la buena calidad de la comida en Oslo. Por eso es una garantía para celebrar el Bocuse d´Or allí.
Muy cerca de Aker Brygge se encuentra el restaurante Ett Bord, saludable y sostenible. Alí, el cocinero, se preocupa por buscar un producto de calidad, ecológico y que deje poca huella en la naturaleza.
Sirven platos frescos, bien elaborados y respetando el sabor del producto. Destaca la preparación de los pescados, las zanahorias con queso al horno y una salsa de frutos secos que añade a algunos platos. Todos los comensales se sientan a una misma mesa, de una capacidad para 25 ó 30. Muy buena relación calidad-precio.
El mejor lugar para conocer y degustar el salmón y otros pescados es el restaurante The Salmon. La calidad de los productos y sus platos son excelentes. Ellos mismos lo cocinan, lo ahuman y lo marinan. El sushi, las vieiras, el bacalao y, por supuesto el salmón, son difíciles de superar.