Directamente desde el Museo Guggenheim de Venecia Carolina se trae el vídeo de una cascada digital. ¿Cómo?
Se trata de un contenedor de acero repleto de LEDs, obra de Fabrizio Plessi del año 2003, y que además cuenta con el sonido de la caída del agua e incluso una salida de aire para que tengas la sensación de estar allí.
Pero es que en Madrid, y la visitaré en mi próximo viaje, hay una cascada digital esta vez hecha con una lona y luz fluorescente. Se llama Iguazú, esta en la estación de metro de Chamartín y está creada por Vicente Patón y Alberto Tellería. Por cierto que es imposible que no la hayas visto porque es una obra de 22 metros de alto por 40 de largo.
A continuación un vídeo de la misma:
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3 comentarios
Markussen
Yo veo todos los días la de Chamartín y la verdad es que es curiosa como mínimo, pero no sabía cómo conseguían el efecto.
qubik
No esta mal…pero sigue siendo electronico y todo lo electronico se repite mas que el ajo. Nunca van a conseguir que se vea igual, escuche igual ni huela igual que una cascada de verdad…¿O quien lo sabe? (Y para los listos de turno, las cascadas si huelen…aunque no te des cuenta por que pasas demasiado tiempo delante del ordenador.) Por que una cosa es que huela a aire limpio y otra es que huela a sobaco como suele pasar en las estaciones de tren, bus y metro de Madrid.
Un saludo, Romeo.
89551
Pero es que si lo que se quiere crear es una cascada se hace una y punto. Claro que no se pretende que huela igual, que se sienta igual y mucho menos que se vea igual, sino que trata de crear una sensación distinta a lo que se encuentra en la naturaleza pero recreándola en cierta forma. Desde luego la de Venecia no tenía ni sobacos ni nada semejante, sino un entorno absolutamente envidiable…